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Iba ser el símbolo del Green Deal, pero ahora la empresa sueca está al borde de la quiebra

     
Martin Bárta
26. 9. 2024 ▪ 11:58

El símbolo del Green Deal, la empresa sueca Northvolt, actualmente debe despedir aproximadamente una cuarta parte de sus empleados. Sus pésimos resultados financieros ahora muestran que las esperanzas que alguna vez se asociaron con el exitoso Green Deal no están muy lejos del colapso.

Švédský symbol Green Dealu ve velkém propouští
El símbolo sueco del Green Deal está despidiendo a gran escala
Foto: Unsplash

La compañía sueca Northvolt, una vez símbolo de las esperanzas del Green Deal europeo, ahora se encuentra al borde del colapso al igual que otros proveedores europeos. La empresa, que debía ser un jugador clave en el ámbito de las baterías para vehículos eléctricos, se ha visto obligada a reducir su número de empleados en más del 20%, pero aún lucha con la falta de inversiones y el lento crecimiento de la demanda de vehículos eléctricos en Europa.

Según sus resultados financieros del año pasado, Northvolt gastó más en salarios y seguridad social de lo que podía ganar en ingresos totales, y este año enfrenta serias dificultades financieras debido a ello. La empresa ahora se verá obligada a despedir a aproximadamente una cuarta parte de su personal, lo que representa 1,600 empleados de los 7,000 originales. Los despidos afectarán principalmente a las plantas en Skellefteå, en el norte de Suecia, donde la empresa trató de expandir su producción, y al centro de investigación en Västerås.

Además de los despidos, Northvolt también ha suspendido el proyecto de la llamada gigafábrica en Borlänge. Esta debía ser una de las principales plantas que permitiría la producción de baterías ante el rápido crecimiento de la demanda. Sin embargo, la situación actual no permite a la empresa construir la fábrica, ya que no hay tanto interés en sus baterías como se esperaba.

Un punto de inflexión clave para Northvolt fue la cancelación de un pedido de baterías por parte del fabricante de automóviles BMW valorado en 2,000 millones de euros. BMW de Alemania canceló el acuerdo debido a retrasos en las entregas y problemas de calidad en la producción, lo que impidió que Northvolt cumpliera con sus compromisos con el cliente. Este pedido era uno de los principales pilares de ingresos de Northvolt, y su cancelación contribuyó a la caída financiera de la empresa. Además de BMW, Northvolt también fabrica sus baterías para el grupo Volkswagen, que hace tres años ya había pedido baterías por valor de 14,000 millones de dólares para sus vehículos. Sin embargo, tampoco está claro cuál será el desarrollo futuro debido a los problemas de producción de Northvolt.

Actualmente, la producción de baterías es mayor que la demanda de las mismas, lo que intensifica aún más el entorno competitivo. Este entorno es difícil de resistir para los fabricantes europeos más pequeños, entre los que se encuentra Northvolt. Los fabricantes establecidos en China en su mayoría pueden ofrecer a los productores condiciones significativamente mejores tanto en términos de precio como de calidad.

Otra complicación es el hecho de que Volkswagen y otros grandes accionistas de Northvolt, como el banco de inversión Goldman Sachs, no han anunciado si están dispuestos a inyectar más fondos en la empresa para su rescate. El gobierno sueco también se ha distanciado de cualquier apoyo directo, y el primer ministro Ulf Kristersson ha declarado que el capital estatal no se utilizará para salvar a Northvolt. El gobierno alemán, que ya prestó apoyo para la construcción de la planta en Heide, está actualmente en conversaciones con la empresa sobre una posible ayuda adicional, pero dicho apoyo deberá ser aprobado por la Unión Europea.

Northvolt es un ejemplo de un proyecto europeo ambicioso que debía jugar un papel clave en la transformación de la industria automotriz hacia tecnologías ecológicas. No obstante, la desaceleración de la demanda de vehículos eléctricos, los problemas financieros y los obstáculos de producción plantean preguntas sobre su futuro y la capacidad de las empresas europeas para competir con los jugadores asiáticos.

Las posibilidades de rescatar a la empresa ahora radican en la posible introducción de nuevos aranceles de importación para las baterías chinas u otras medidas regulatorias por parte de la Unión Europea. Sin embargo, estas ya han demostrado ser muy problemáticas en el caso de los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos introducidos este verano.



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El artículo original fue publicado en checo bajo el título: Měla být symbolem Green Dealu, teď je však švédská firma na pokraji krachu