EnergoZrouti.cz

La UE desunida vuelve a ser motivo de risa. Su toma de decisiones caótica sigue beneficiando a China

     
Tomáš Jelínek
11. 9. 2024 ▪ 16:17

Desunida y caótica. Así parecen ser las decisiones de la Unión Europea en muchos asuntos. Una de las últimas es la imposición de aranceles a la importación de automóviles eléctricos desde China. Sin embargo, este plan comienza a desmoronarse, y no solo las automotrices, sino también los políticos, se pronuncian en su contra. El principal ganador del caos europeo es nuevamente el camarada chino.

Chaos v EU pomáhá Číně oslabovat evropské ekonomiky
Chaos v EU pomáhá Číně oslabovat evropské ekonomiky
Foto: Unsplash

Hace poco más de dos meses que la Unión Europea anunció en reacción a la importación de automóviles eléctricos chinos baratos la introducción de nuevos aranceles. Estos deberían, a pesar de las advertencias de los propios fabricantes europeos, ayudar a mejorar la posición de las automotrices europeas. Sin embargo, pronto se reveló que la situación podría traer el resultado opuesto para las automotrices locales en forma de una reacción de China y el cierre de su mercado a los coches de producción europea. Actualmente, la UE, que no es un conjunto unificado, está aliviando los aranceles temporales para algunas de las automotrices "colaboradoras". Pero, para realmente explicar a los camaradas chinos, resulta que al final puede que ni siquiera se implementen los aranceles. Ya están surgiendo los primeros países de los 27 que se oponen a su implementación permanente.

La Unión Europea se encuentra en el centro de críticas no solo por parte del público, sino también de sus propios miembros. Ya en el verano de 2024, la UE anunció la introducción de aranceles de importación sobre los automóviles eléctricos chinos baratos con el objetivo de proteger a las automotrices europeas de la feroz competencia. A primera vista, podría parecer una jugada inteligente para apoyar la industria local. Sin embargo, esta decisión pronto se demostró controvertida y la UE ahora es objeto de críticas por su enfoque desarticulado y caótico sobre la cuestión de los aranceles. En juego está no solo el futuro de las automotrices europeas, sino también las relaciones con China y sus consecuencias para la economía europea.

El arancel europeo sobre los automóviles eléctricos chinos estaba destinado a proporcionar a los fabricantes europeos espacio en un entorno cada vez más competitivo. Los coches chinos baratos, a menudo subvencionados por el estado, empezaron a inundar el mercado europeo, lo que amenazaba a los fabricantes locales que enfrentan costos más altos. Sin embargo, la imposición de aranceles ya desde el principio suscitó dudas. Los propios fabricantes europeos advirtieron sobre la posibilidad de que China respondiera a esta política cerrando su mercado a los vehículos europeos. Pronto comenzaron a materializarse los temores. China expresó su desacuerdo con la medida europea y advirtió sobre posibles represalias, lo que podría tener consecuencias de gran alcance para las automotrices europeas que también intentan posicionarse en el mercado chino.

La desunión entre los estados miembros de la UE en la cuestión de los aranceles chinos se hace cada vez más evidente. Mientras que algunos países piden proteger a los fabricantes nacionales y mantenerse en el plan original, otros comienzan a solicitar una reconsideración de esta medida. Uno de estos países es España. El primer ministro, Pedro Sánchez, ahora ha pedido a la Comisión Europea y a otros estados miembros que reconsideren la implementación permanente de estos aranceles. Según él, es necesario considerar las consecuencias económicas más amplias que podría traer tal decisión.

La postura de Sánchez refleja las preocupaciones de muchos estados europeos que temen las consecuencias económicas de posibles represalias chinas. España tiene importantes vínculos económicos con China (en forma de una significativa exportación de carne) y el posible cierre del mercado chino para los coches europeos podría afectar negativamente a las automotrices españolas. Además, los aranceles de importación son vistos como una medida que podría ayudar a corto plazo, pero causar más daños que beneficios a largo plazo. Sánchez afirma que la implementación permanente de los aranceles podría perturbar las relaciones comerciales entre Europa y China y debilitar la economía europea en un momento en que debería buscar nuevos mercados y asociaciones.

Además, para muchos fabricantes europeos, el acceso al mercado chino es crucial. Los coches europeos, especialmente las marcas de lujo, han ganado gran popularidad en China y la exportación de estos vehículos representa una parte significativa de sus ganancias. Si China limitara la importación de coches europeos, podría tener un impacto negativo en todo el sector automotriz europeo.

La Unión Europea sigue mostrándose dividida en cuestiones clave, lo que debilita su capacidad para enfrentar desafíos globales de manera efectiva. China obviamente está al tanto de esta desunión y puede usarla a su favor. Los automóviles eléctricos chinos baratos siguen entrando en el mercado europeo y la UE no tiene una estrategia unificada para afrontar esta situación.

Además, parece que los aranceles pueden no ser permanentes, como se pretendía originalmente. Algunos estados miembros de la UE ya han comenzado a oponerse a su implementación permanente, lo que solo confirma la desunión dentro del bloque. La situación puede terminar finalmente con que no se implementen aranceles en absoluto, o solo parcialmente, lo que pondría a China en una posición favorable.

Es más que evidente que la actual política de la UE sobre los automóviles eléctricos chinos no solo no ayuda a los fabricantes europeos, sino que también complica las relaciones con China. La UE se encuentra en una situación difícil, incapaz de encontrar una estrategia común que proteja efectivamente sus intereses económicos y, al mismo tiempo, no ponga en peligro las relaciones comerciales clave. Esta situación nuevamente confirma la desunión de la UE, que se convierte en objeto de burla no solo en el escenario global, sino también dentro de la propia comunidad. Mientras tanto, China sigue consolidando su posición y sacando provecho de la indecisión europea.



Compartir el artículo  
       


El artículo original fue publicado en checo bajo el título: Nejednotná EU je znovu pro smích. Její chaotické rozhodování dál nahrává Číně