Aunque la pandemia de coronavirus tuvo y sigue teniendo muchos impactos negativos no solo en la economía sino también en el transporte en la República Checa y otros países, ciertamente hay también aspectos positivos que ahora se manifiestan en muchos sectores. Entre los impactos positivos de la epidemia del virus COVID-19 se puede incluir ahora el crecimiento del uso de la bicicleta en Praga, que en comparación con el período del año pasado ha aumentado hasta un 60%.
Como informó el servidor de Praga Čistou stopou, el uso de la bicicleta como medio de transporte para ir y volver del trabajo ha aumentado hasta un 47%. Las razones de este aumento en el uso de transporte personal se pueden prever fácilmente y una de ellas es el miedo de la gente a viajar en transporte público, donde hay una mayor concentración de personas. Por otro lado, estos medios de transporte han registrado una disminución en todo el país, aunque ahora están volviendo lentamente a la normalidad y las empresas de transporte están contando las pérdidas.
Desde el punto de vista ecológico, no solo Praga puede alegrarse del crecimiento del uso de la bicicleta, que alivia el tráfico ya de por sí congestionado en las ciudades y también ayuda a la mejora de la calidad del aire. Tal vez ahora, siguiendo el ejemplo de otras metrópolis europeas, Praga debería dedicar más atención a esta forma de transporte y adaptar más las posibilidades de movimiento de los ciclistas por la ciudad, por ejemplo, mediante carriles bici especiales, soportes para bicicletas y, por último pero no menos importante, la instalación de cargadores para bicicletas eléctricas, que se están convirtiendo en una atracción cada vez mayor no solo para el tráfico urbano.