Al start-up estadounidense Boom, con el modelo de avión XB-1, apodado "Baby Boom", logró superar la velocidad del sonido. La empresa tiene como objetivo crear un sucesor completo del legendario avión Concorde. Sin embargo, dadas las condiciones ecológicas actuales, es probable que el proyecto no tenga éxito.
Un éxito significativo en el desarrollo de un nuevo avión fue logrado por la start-up estadounidense Boom. Su avión de prueba denominado XB-1 logró romper la barrera del sonido y volar más rápido que el sonido. Los expertos en aviación comparan su desarrollo con el esfuerzo de crear un sucesor del legendario avión Concorde. Sin embargo, las perspectivas de la empresa para lanzar un avión similar en operación comercial son mínimas en la actualidad.
Aproximadamente 35 minutos después del despegue, el avión que despegó de California logró superar la velocidad del sonido Mach 1 y alcanzar 1235 kilómetros por hora. La compañía transmitió el vuelo de su nueva creación, que debía comenzar los vuelos de prueba hace casi siete años, en su canal de YouTube.
Según la empresa, el sucesor del Concorde, que debería surgir bajo el nombre Overture, debería ofrecer velocidades récord de viaje en rutas comunes, especialmente en vuelos transatlánticos. El océano Atlántico debería ser superado por el avión en tan solo tres horas y media, acelerando significativamente el transporte de pasajeros entre Europa y América.
Como ya mencionó anteriormente el portal alemán Spiegel, la empresa enfrenta problemas de desarrollo a largo plazo con el modelo de prueba que ellos mismos llaman Baby Boom. Incluso si la empresa logra superar todos los problemas técnicos, la parte económica de la operación será un gran desafío, ya que un avión supersónico no solo es caro de desarrollar, sino también de operar debido a su consumo significativamente mayor de combustible.
De hecho, el consumo de combustible podría convertirse en el clavo final en el ataúd del proyecto, que la empresa promociona “a destiempo”. La era del vuelo supersónico probablemente ha terminado en una época en la que los países de la Unión Europea y otras potencias mundiales están reduciendo significativamente la producción de emisiones de gases de efecto invernadero. Para que un avión supersónico esté destinado a un uso comercial regular con pasajeros, sería necesario idear una forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de su operación, y lamentablemente, la tecnología actual no tiene la capacidad de hacerlo.
El modelo de prueba XB-1 podría seguir siendo solo un “juguete” para los entusiastas que intentan introducir una novedad para la cual ya no hay interés en el mercado.