Casi 40,000 muertes prematuras que ocurren en los países de la Unión Europea y en el Reino Unido tienen algo en común. Según los científicos, están causadas por óxidos de nitrógeno, que se generan en el interior de nuestros hogares, por ejemplo, al quemar gas natural durante la cocción.
Según un nuevo estudio publicado por científicos de la Universidad Jaume I en España, las cocinas de gas representan un serio riesgo para la salud. La investigación ha mostrado que casi 40,000 muertes prematuras anuales en la Unión Europea y el Reino Unido se pueden atribuir a la contaminación del aire por óxidos de nitrógeno, que se generan durante la combustión de gas en interiores al cocinar. Se trata del primer cálculo extenso para Europa y los hallazgos plantean serias cuestiones sobre la seguridad de cocinar con gas y sus impactos en la salud pública.
El estudio indica que las cocinas de gas están asociadas también con cientos de miles de casos de asma en niños de la UE y el Reino Unido. Estos aparatos durante la cocción liberan no solo óxidos de nitrógeno, sino también partículas finas, que aumentan el riesgo de enfermedades respiratorias y podrían contribuir a la muerte prematura. Además, la combustión de gas produce dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.
En Europa, aproximadamente un tercio de los hogares utilizan cocinas de gas, siendo especialmente populares en el Reino Unido, Rumanía, Polonia e Italia. Cocinar con gas y calentar con gas natural representan aproximadamente una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la UE, lo que convierte a los hogares en una fuente significativa de contaminación del aire y emisiones que contribuyen al calentamiento global.
„Desde una perspectiva de salud pública, las cocinas de gas son tóxicas,” dijo la autora principal del estudio, Juana Maria Delgado-Saborit, en una entrevista con Bloomberg Green. Según sus palabras, el problema de las muertes prematuras asociadas con el cocinado con gas es mucho más serio de lo que los científicos originalmente pensaban. Sin embargo, el estudio aún no ha pasado por revisión por pares, ya que son resultados financiados por la organización sin fines de lucro European Climate Foundation como parte de un proyecto más amplio enfocado en la cocina limpia.
El uso de electrodomésticos de gas en los hogares también está asociado con otros problemas. Un informe publicado el año pasado por la European Public Health Alliance señaló que la contaminación del aire en los hogares europeos a menudo supera significativamente los límites legales. Por ejemplo, estudios en los Estados Unidos encontraron que más del 12% de los casos de asma en niños se pueden atribuir al uso de cocinas de gas. La situación en los países europeos podría ser similar, por lo que se están alzando voces a favor de la regulación.
„Cuando se cocina con gas, es esencial ventilar bien la habitación,” recomienda Delgado-Saborit. Añade que para reducir los riesgos para la salud, los consumidores deberían considerar cambiar su cocina de gas por una eléctrica si es posible. Aunque el número estimado de muertes ya es alto, la autora del estudio recuerda que el número aún podría estar subestimado – ya que los electrodomésticos de gas liberan también otras sustancias nocivas que el estudio no incluyó.
La cuestión del uso de gas para cocinar se está convirtiendo en un foco de atención no solo para los científicos, sino también para las instituciones de salud y políticas. Los gobiernos europeos están estableciendo gradualmente objetivos para el abandono del gas en los hogares y la transición a alternativas más limpias. Esta transición, sin embargo, requiere un cambio en la mentalidad de los consumidores y el apoyo de políticas que permitan a los hogares acceder a tecnologías de cocina más seguras y ecológicas.
Expertos de primera línea instan a los usuarios de cocinas de gas a asegurarse de ventilar adecuadamente la cocina si no planean dejar de usar el gas, y a ser conscientes de que incluso una acción aparentemente inofensiva, como cocinar, puede tener consecuencias significativas para la salud.