La compra de un nuevo vehículo con motor de combustión puede ya no ser ventajosa. La legislación que establece nuevos requisitos para los fabricantes de automóviles y la esperada disminución en los precios de las baterías asegurará precios significativamente más bajos para los vehículos eléctricos ya el próximo año. Así, la compra de un vehículo con motor de combustión podría resultar desventajosa.
Los vehículos eléctricos están convirtiéndose en un elemento cada vez más importante de la transformación ecológica hacia una sociedad sostenible y climáticamente neutral. Sin embargo, para muchos consumidores siguen siendo financieramente inalcanzables en comparación con los coches con motores de combustión interna. Esta situación podría cambiar pronto: a partir del próximo año, se espera que las nuevas regulaciones traigan una reducción significativa en los precios de los vehículos eléctricos y los conviertan en una opción accesible para los hogares comunes.
Un ejemplo significativo de vehículos eléctricos asequibles es la situación actual en China, donde la movilidad eléctrica está experimentando un rápido auge. En el mercado chino, casi dos tercios de los vehículos eléctricos ya son más baratos que los coches tradicionales con motores de combustibles fósiles. Este estado es el resultado de una feroz competencia entre los fabricantes de vehículos eléctricos, quienes presionan agresivamente para reducir precios, y el creciente apoyo estatal. Según Bloomberg New Energy Finance, los vehículos eléctricos han ganado una fuerte posición allí, en parte debido a los costos reducidos de fabricación y la estrategia de desplazar coches con motores de combustión.
En el mercado europeo, una situación similar podría ocurrir ya en el año 2025, cuando entren en vigor normas de emisión más estrictas de la Unión Europea. Estas normas motivarán a los fabricantes de automóviles a aumentar las ventas de vehículos eléctricos, para evitar multas por superar los límites de emisiones. Las automotrices estarán bajo presión para incrementar la venta de vehículos más ecológicos y deberán ofrecer vehículos eléctricos que se ajusten mejor al poder adquisitivo del consumidor promedio.
Es posible que los clientes pronto no tengan otra opción que comprar vehículos eléctricos. La razón es simple: el precio. Las automotrices están...
Peter de Haan, jefe de la sección de energía y clima en la empresa EBP, explica que la industria automotriz se verá obligada a expandir significativamente su oferta de vehículos eléctricos. Esto también se reflejará en los precios, que deberían ser mucho más competitivos frente a los coches clásicos. “Las automotrices hasta ahora han tenido poca motivación para cumplir con los límites de emisiones existentes, pero ahora enfrentarán sanciones más severas si no expanden rápidamente sus flotas de vehículos eléctricos,” dijo Haan para Neue Züricher Zeitung.
Aparte de los requisitos legislativos, una reducción en los costos de las baterías, que son de los componentes más caros de los vehículos eléctricos, también jugará un papel significativo en la caída de precios de los vehículos eléctricos. Mientras que en 2008 una batería estándar con una capacidad de 70 kWh costaba casi 100,000 euros, hoy estos costos son significativamente menores gracias al avance tecnológico y la mayor producción. Según la publicación mencionada de Bloomberg New Energy Finance, hoy una batería similar cuesta aproximadamente 3,700 euros. Esta tendencia continuará gracias a la competencia entre los fabricantes de baterías, quienes están optimizando tanto costos como tecnologías.
Además, los costos operativos de los vehículos eléctricos son menores que los de coches comparables con motores de combustión interna. Los datos de la empresa EBP mostraron que durante ocho años de propiedad, el dueño de un vehículo eléctrico puede ahorrar más de 10,000 francos suizos (aproximadamente 268,000 coronas checas) en comparación con un coche convencional. Los vehículos eléctricos también requieren menos mantenimiento, lo que aporta más ahorros.
Considerando todos estos factores, puede ser razonable posponer la compra de un coche hasta el próximo año, cuando se espera que se lancen al mercado modelos eléctricos más asequibles. Si se cumplen las predicciones y los vehículos eléctricos logran realmente una ventaja en precio, posponer la compra de un coche podría ser una decisión estratégica. El año 2025 probablemente presentará vehículos eléctricos que no solo serán asequibles, sino que también ofrecerán una solución más beneficiosa ecológica y económicamente para el público en general.