La prohibición de calderas de gas desde 2035 y la gran transición a las bombas de calor finalmente no tendrán lugar en el Reino Unido. El gobierno local decidió cancelar los planes del gobierno anterior y permitir la instalación de calderas de gas en los hogares incluso después de la fecha previamente planificada.
El gobierno británico bajo el liderazgo del primer ministro Keir Starmer canceló los planes de sus predecesores para prohibir la instalación de calderas de gas en nuevas viviendas construidas después del año 2035. El plan propuesto por el gobierno de Rishi Sunak tenía como objetivo principal la transición a métodos de calefacción alternativos sin emisiones, encabezados por las bombas de calor.
Los hogares en el Reino Unido actualmente dependen en gran medida de la calefacción y el agua caliente a través de las calderas de gas. Sin embargo, al igual que en otros países, esto genera emisiones de gases de efecto invernadero, que el gobierno del Reino Unido también intenta reducir.
El primer ministro Sunak ya había abandonado planes más estrictos para la transición energética en el pasado. En lugar de una prohibición total, su gobierno estableció solo una prohibición parcial que apuntaría a una eliminación gradual del 80% de todas las calderas de gas.
La cancelación actual del plan para retirar las calderas de gas tendrá un impacto significativo en el desarrollo de las bombas de calor en el país. El país las considera desde hace tiempo una parte importante de la transición hacia fuentes de energía sin emisiones. Ya anteriormente, el gobierno británico estableció un plan para la instalación de 600,000 bombas de calor al año para 2028. Poco después de su anuncio, los expertos señalaron que cumplirlo era casi irreal. El cambio actual del plan para limitar las calderas de gas será un golpe adicional para la transición a bombas de calor más caras.