La prohibición de calentar en chimeneas y otros aparatos de calefacción locales a combustibles sólidos podría mejorar la salud y prevenir muchas complicaciones de salud, según muestran estudios científicos. Sin embargo, su prohibición total aún no está sobre la mesa, por lo que los expertos informan sobre sus aspectos negativos al menos a través de una campaña informativa.
No solo el calor agradable y la vista relajante puede traer la madera ardiendo en la chimenea. La campaña «Clean Air Night» (Noche de aire limpio), que este año ya se llevó a cabo por segunda vez en el Reino Unido (más precisamente en el condado de Hertfordshire), también quiere advertir sobre las consecuencias negativas de calentar con madera en las chimeneas. Su objetivo es llamar la atención sobre los efectos dañinos de la combustión de madera en los hogares, así como en el entorno exterior.
La combustión de madera todavía se percibe en muchos hogares principalmente como una forma ecológica y económica de calefacción. Sin embargo, los estudios muestran que el humo de la madera contiene partículas finas PM 2.5, que al ser inhaladas penetran en el torrente sanguíneo ypueden causar enfermedades cardíacas y pulmonares, diabetes o demencia. Además, la combustión de madera genera más emisiones de dióxido de carbono que la quema de petróleo o gas para la misma cantidad de calor producido, lo cual es contraproducente en el esfuerzo de muchos países por reducir drásticamente en los próximos años las emisiones de gases de efecto invernadero.
El problema de la contaminación del aire tanto en los hogares como en el exterior, cuyo origen son precisamente los sistemas de calefacción de madera, también lo enfrentamos en nuestro país. Las calefacciones locales de combustibles sólidos son, según los datos del Ministerio del Medio Ambiente, una de las mayores fuentes de contaminación desde la perspectiva de las emisiones de partículas sólidas (es decir, las ya mencionadas PM 2.5) y también de sustancias como el benzo(a)pireno. Este efecto es particularmente visible en los meses de invierno en ciudades y pueblos pequeños, donde aún un gran número de hogares utilizan estas fuentes.
La ineficiente combustión de madera en las calefacciones locales causa problemas de salud a las personas que respiran el aire contaminado tanto en el exterior como en el interior. Por ello, los médicos consideran que las calefacciones de combustibles sólidos son un gran riesgo especialmente para los niños, que respiran el aire contaminado en los hogares desde una edad temprana. Ya en el pasado, algunas organizaciones y políticos habían manifestado su acuerdo para prohibir el uso de estas fuentes de calefacción.
A pesar de que la campaña «Clean Air Night» se centra únicamente en el Reino Unido, su idea podría aplicarse también en la República Checa. Aumentar la conciencia sobre los efectos de la combustión de madera y otros combustibles sólidos en los hogares y apoyar alternativas más limpias para la calefacción podría mejorar la salud de los habitantes.