Las altas emisiones de un potente gas de efecto invernadero, el metano, son cada vez más un dolor de cabeza para los políticos y ecologistas que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la cría de ganado y cerdos. Por ello, Dinamarca quiere ser el primer país de la Unión Europea en introducir un impuesto especial. Este podría encarecer la carne de res y de cerdo para los consumidores finales.
Dinamarca podría convertirse pronto en el primer país de la Unión Europea en introducir un impuesto por las emisiones producidas por el ganado vacuno y porcino. Estos animales son, de hecho, los mayores productores de metano en la producción ganadera, un gas de efecto invernadero muy potente. Además del nuevo impuesto, el país quiere implementar otras medidas, como por ejemplo una extensa reforestación.
Según el ministro Jeppe Bruus, encargado de negociar las nuevas regulaciones, el gobierno danés ha llegado a un acuerdo marco integral con otras partes y asociaciones, que debería apoyar el medio ambiente y el clima para el año 2030. Este nuevo acuerdo debería reducir las emisiones de dióxido de carbono hasta en 1,8 millones de toneladas.
Sin embargo, el nuevo acuerdo no solo se aplicará a las emisiones producidas por los animales, también se enfocará en otras emisiones que surgen en la agricultura, como las de la producción y uso de fertilizantes. El impuesto que se implementará debería ayudar a reducir la cantidad de estas emisiones, contribuyendo así al objetivo de la neutralidad climática del país para 2045.
En caso de que se promulgue dicha normativa, se puede esperar un aumento en los precios de algunos productos tanto de origen vegetal como animal. El impuesto que los productores deberán pagar desde 2030 será de aproximadamente 40 euros (unos 1,010 CZK) por tonelada de CO2 equivalente. Para 2035, el monto debería aumentar hasta llegar a 100 euros (unos 2,500 CZK). Aunque el país planea ofrecer beneficios fiscales a los agricultores para reducir sus emisiones, es de esperar que el nuevo impuesto se refleje en los precios finales de los alimentos.
Las emisiones de metano del ganado representan una parte significativa de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. El metano se considera el segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono, con una capacidad de captura de calor significativamente mayor que el CO2. Según un estudio publicado en la revista científica Animal Frontiers, la producción ganadera global contribuye aproximadamente con un 18 % a las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero.
```