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China puede detener la electromovilidad en la UE con un chasquido de dedos. Hasta ahora, los políticos no han hecho mucho para el cambio

     
Martin Bárta
6. 1. 2025 ▪ 11:13

La electromovilidad en la Unión Europea "pende de un hilo". Una sola decisión de los camaradas chinos podría detener el plan de la UE para la transición hacia el transporte sin emisiones. Sin embargo, los políticos de los veintisiete países europeos no se preocupan demasiado por los problemas potenciales.

Jediné rozhodnutí Číny by mohlo zastavit elektromobilitu v Evropě, politiky to zatím příliš nezajímá
Una sola decisión de China podría detener la electromovilidad en Europa, pero a los políticos no parece importarles mucho por ahora
Foto: Unsplash

Aunque, por ejemplo, en las estadísticas de ventas de vehículos en la República Checa no parezca así, dentro de la Unión Europea los automóviles eléctricos comienzan a formar un grupo cada vez más numeroso de vehículos en las carreteras. Su desarrollo, y con ello la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que la UE ha establecido, podría ser rápidamente detenido por una sola decisión de China.

No solo las compañías automovilísticas europeas, sino también las de EE. UU., continúan siendo altamente dependientes de las baterías suministradas desde China. Aunque no es el principal extractor de este metal, sin el cual no se pueden fabricar baterías para automóviles eléctricos actualmente, China es su principal procesador.

Según algunas fuentes, actualmente las empresas chinas procesan hasta el 70 por ciento de la producción mundial de litio, lo cual convierte a China en una potencia de la que dependen las compañías automovilísticas de todo el mundo. Esto podría representar un enorme problema para las automovilísticas de la Unión Europea si se produjera una rápida escalada de la situación política y un límite en el suministro.

De esto también tienen constancia los Estados Unidos, a quienes actualmente los camaradas chinos amenazan con detener la exportación de algunas tecnologías necesarias no solo para la fabricación de baterías, sino también para el procesamiento de materias primas como el litio o el galio. Además, en caso de una guerra comercial, China podría detener la venta de tecnologías para las baterías LFP, es decir, las llamadas baterías de fosfato de hierro y litio, a EE. UU.

En estas baterías se espera que jueguen un papel vital en los próximos años en el desarrollo de la movilidad eléctrica, gracias a sus características que superan a las tecnologías de celdas de iones de litio utilizadas actualmente. De hecho, en la actualidad, estas celdas ya son parte de muchos de los automóviles eléctricos más vendidos, como el Tesla Model 3.

Sin embargo, China podría no detenerse solo con la interrupción del suministro de litio y otras tecnologías a Estados Unidos, y si aumentan las disputas con la Unión Europea, un destino similar podría esperar a las automovilísticas europeas. Estas ya están luchando con la creciente competencia de los fabricantes chinos de automóviles eléctricos, que superan a los europeos tanto en tecnología como en el precio final de los vehículos.

Como parece actualmente, los líderes políticos de la UE no están prestando suficiente atención a una situación que podría volverse crítica para la extensa industria automotriz europea. A pesar de los esfuerzos por trasladar algunas tecnologías críticas y su producción a los países de la Unión Europea, no se está logrando demasiado.

La extracción de litio y su procesamiento, hasta la entrega del producto final–la celda de batería–, sigue teniendo un peso minoritario en la UE. Las empresas están teniendo dificultades para competir con la establecida competencia china, que a menudo utiliza incluso el apoyo estatal. Un ejemplo de ello es el fabricante de baterías sueco Northvolt, que no pudo soportar la situación actual, canceló un gran pedido y solicitó protección frente a sus acreedores.



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El artículo original fue publicado en checo bajo el título: Čína může lusknutím prstu zastavit elektromobilitu v EU. Politici zatím pro změnu příliš neudělali